Las Aguas

La subida fluvial, lacustre, el tsunami o la salida de un estuario completo, son las catástrofes más aterradoras: nos devuelven al estado primigenio de las cosas. Los objetos, los cuerpos flotan, el pavor es total. La nación más poderosa muestra su lado más frágil. La sangre y la leche, dice Rimbaud. The Old Man, dice un personaje de Faulkner, refiriéndose al rumor que provoca el Mississippi al desbordarse. Ahora USA tiene una ciudad muerta, una ciudad tomada. ¿Nos inundaremos también? ¿Subirán las aguas como pronostican la Biblia y los ecologistas? Atención Valparaíso, San Antonio, Talcahuano. Las experiencias diluviales chilenas son contadas pero intensas. Valdivia y Riñihue. Mirábamos el río montados arriba del techo viendo como pasaban los troncos los muebles los perros muertos Se ganan metros al mar, pero éste finalmente vuelve y reclama lo suyo. El agua bajará en un par de meses, confían los ingenieros de la US Army. Mientras tanto Nueva O seguirá pudriéndose como el museo muerto de Burroughs. “Así nos largamos a New Orleáns a través de lagos iridiscentes y llamaradas de gas, y pantanos y pilas de desperdicios, cocodrilos acechando en medio de botellas y latas de conserva, el arabesco neón de los moteles, morenos gritándole obscenidades a los automóviles desde montañas de basura”

Conversando con Edwards

Ayer tuvimos de invitado en la UCV (gentileza de Tobacco & Friends) a Jorge Edwards. Conversar con este el premio Cervantes y Nacional es conversar con la historia de Chile. Así de simple. En cualquier tertulia lleva sutilmente la batuta recordando e ilustrando cómo se fraguaron las élites culturales del Siglo XX, en un Santiago centrípeto donde un escritor de veinte años (Edwards en 1951) podía autoeditar su primer libro de cuentos y vender 500 ejemplares con la complicidad de unos cuantos libreros. De su voz van saliendo nombres y espacios que ya no existen, efectos de una sociabilidad que los cambios urbanos y mediales fagocitaron sin clemencia. De las vacas sagradas que él humaniza sin resentimiento, a los escritores menores que recuerda con cariño, se suman los pequeños diletantes, los poetas menores que animaban la bohemia, los periodistas estrafalarios, los aristócratas revenidos que pueblan su ficción, las tías de lengua viperina y las furias cíclicas de la política nacional. El retablo de la conversación edwardiana está poblado de un raro oxígeno con olor a historia y a tiempo recuperado.

La Patria: El Cuerpo

La Patria podrá parecer un concepto inaprensible, pero Rodrigo Pérez nos recuerda que está formada por cuerpos. El pasado reciente chileno ha sido problematizado desde el derecho y la política, pero no desde esta perspectiva “fenomenológica” que en el teatro de Pérez tiene por lenguaje el movimiento, el gesto, la palabra no como posibilidad sino como fragmento. Quizá esta sea la parte más conmovedora de la puesta en escena: la impotencia del habla frente a la experiencia del cuerpo sometido a vejamen. La única salida es intercalar estos fragmentos de palabras y situaciones-límite, extraídos del informe Valech, con un texto teórico sobre el actor y su vivencia. Mención aparte merece el juego coral de los cuerpos que se agitan, se desnudan, se sientan en una suerte de sala de espera a la espera de algo que no llega. Luis Gnecco, Maríz Izquierdo y Alvaro Morales son algunos de los nombres, que ya no son ellos en tanto figuras del espectáculo, sino cuerpos acorralados, sin memoria, encerrados en los límites del escenario. El montaje está además sazonado de finísimos detalles de sonido, amplificados por micrófonos, fragmentos de imágenes clínicas proyectadas sobre una pantalla y una banda sonora minimalista que hace pensar en un no-lugar que está más allá de las palabras.

Sala Santo Domingo, Universidad Mayor, Santo Domingo 711

Diario de Viaje: Leonidas Emilfork

Hace poco cayó en mis manos Pasaje al Nuevo Mundo, de Leonidas Emilfork. Publicado por RIL, es un libro que desafía las clasificaciones. Comienza con una crónica de viaje por Cuzco y Yucatán, donde el cronista (en este caso el propio Emilfork) combina impresiones y datos duros acerca de lo que ve. Las ciudades precolombinas encierran claves espacio temporales que el visitante explora con esmero, fascinación y algo de miedo. La clave no es erudita sino poética, e incluso costumbrista cuando reproduce sus sabrosos diálogos con los lugareños: un taxista, un policía, una vendedora de dulces.
El viaje prosigue con una suerte de fuga interior. Surgen poemas propios y ajenos, traducciones de voces anglosajonas, un monólogo interior con Alvar Núñez Cabeza de Vaca, el primer español que desembarcó en América continental, y la agonía judicial y literaria de un tal Carvajal, acusado por la Inquisición de criptojudío. En esta última parte el autor se juega por encontrar una explicación al enigma planteado por los textos de Carvajal, los que llevan el signo de la radicalidad, pues están escritos sobre cáscaras de frutas, con una letra pequeñísima, y están dirigidas a su madre, a su hermana (también prisioneras del Santo Oficio) y a Adonai, el Dios verdadero.
La prosa de Emilfork es escueta y expresiva; al detalle bibliográfico exquisito y a la reproducción del español arcaico, sobrepone chispazos de ironía porteña (Emilfork es Director del Instituto de Arte de la Católica de Valparaíso). De pronto me doy cuenta que me ha hecho viajar por medio continente, que Cuzco y Chichen Itzá están en otra galaxia.
Ojo con: http://www.rileditores.com/articulo/Articulo.do?m=ver&idArticulo=1080243778680

Fernando Iwasaki

El viernes pasado tuve el honor de introducir la presentación de la novela Neguijón (Alfaguara 2005), de Fernando Iwasaki, aquí en la Católica de Valparaíso. Tremendo escritor, Iwasaki, nacido en Lima el 61, radicado en Sevilla desde el 89. Neguijón es un compendio de la cultura y la locura del Siglo de Oro, con sangradores, poetastros, beatas e inquisidor incluido. Para los que no hayan oído mencionar antes este nombre, Neguijón era un demonio más temido que los piratas: el gusano que nos taladra las muelas, según la peculiar visión de los científicos de la época, más cercanos a Paracelso que a Bacon.
Ojo con www.fernandoiwasaki.com

Prácticas Rituales

Prácticas Rituales ocurre en el año 1969, el penúltimo del gobierno de Eduardo Frei Montalva. Vietnam, Woodstock, el Apolo XI. La víctima (?) es el andinista y paleontólogo italiano Ugo Höffelin, que ha desaparecido misteriosamente tras salir de su domicilio rumbo a la cordillera.

Novedades

Ardiente Paciencia: a comienzos de septiembre sale, por Alfaguara, la precuela de Poderes Fácticos. Los personajes estables del elenco (Palma, Sandra, Gómez Mora, el Indio Góngora y el fiel Escalona) están cuatro años más jóvenes. Palma se acaba de separar de su mujer y vive con con su hijo en Recoleta. Sandra está en el Liceo de Niñas Nº 5 y Gómez Mora aún trabaja en la sección policial de La Tercera El artista invitado es el joven juez Francisco Arrate Brown, viñamarino y católico progresista, quien se verá enfrentado al misterioso caso Höffelin, al tacnazo del general Viaux y a una faceta desconocida del derecho y la judicatura.