domingo, septiembre 04, 2005

Las Aguas


La subida fluvial, lacustre, el tsunami o la salida de un estuario completo, son las catástrofes más aterradoras: nos devuelven al estado primigenio de las cosas. Los objetos, los cuerpos flotan, el pavor es total. La nación más poderosa muestra su lado más frágil. La sangre y la leche, dice Rimbaud. The Old Man, dice un personaje de Faulkner, refiriéndose al rumor que provoca el Mississippi al desbordarse.
Ahora USA tiene una ciudad muerta, una ciudad tomada.

¿Nos inundaremos también? ¿Subirán las aguas como pronostican la Biblia y los ecologistas? Atención Valparaíso, San Antonio, Talcahuano. Las experiencias diluviales chilenas son contadas pero intensas. Valdivia y Riñihue.
Mirábamos el río montados arriba del techo viendo como pasaban los troncos los muebles los perros muertos
Se ganan metros al mar, pero éste finalmente vuelve y reclama lo suyo. El agua bajará en un par de meses, confían los ingenieros de la US Army. Mientras tanto Nueva O seguirá pudriéndose como el museo muerto de Burroughs.
“Así nos largamos a New Orleáns a través de lagos iridiscentes y llamaradas de gas, y pantanos y pilas de desperdicios, cocodrilos acechando en medio de botellas y latas de conserva, el arabesco neón de los moteles, morenos gritándole obscenidades a los automóviles desde montañas de basura”